Una ordenanza municipal vigente en Quito ha reforzado la protección de los derechos de los animales domésticos al prohibir expresamente el corte de orejas y cola por fines estéticos en mascotas. Esta práctica, considerada una mutilación injustificada, se sanciona como una infracción muy grave y puede acarrear multas de hasta 4.700 dólares.
La normativa responde a crecientes preocupaciones en torno al bienestar animal. El Municipio de Quito, a través de su Secretaría de Salud y las unidades de protección animal, ha reiterado que ningún procedimiento quirúrgico debe realizarse con fines meramente cosméticos.
Según expertos veterinarios, estas intervenciones pueden provocar dolor neuropático crónico, infecciones, problemas de comportamiento y complicaciones a largo plazo, afectando la calidad de vida del animal. “Se trata de una cirugía innecesaria y agresiva que rompe con el principio de no causar daño. Las orejas y la cola no son adornos, tienen funciones biológicas importantes”, señaló la veterinaria Diana Herrera, especialista en etología clínica.
La única excepción que contempla la ordenanza es cuando el procedimiento tiene justificación médica comprobada, como parte de un tratamiento clínico que beneficie directamente la salud del animal. En esos casos, debe ser realizado por un profesional autorizado y con el debido respaldo técnico y ético.
La ciudadanía puede denunciar este tipo de prácticas llamando al 911 o a través del sistema municipal de atención a la fauna urbana. La ordenanza forma parte de un esfuerzo más amplio por fomentar una tenencia responsable y ética, en línea con los principios del bienestar animal.
Quito se suma así a una tendencia internacional que busca dejar atrás las prácticas basadas en criterios estéticos humanos, y avanzar hacia una convivencia más respetuosa con los seres vivos.