Nacido como Schmuel Zmurri en 1877 en una familia judía muy pobre en el Imperio Ruso, emigró a los Estados Unidos a los 14 años de edad y se dedicó en Nueva Orleans a comprar los bananos maduros de rechazo y a revenderlos. Desde allí, su fortuna y su apodo «Sam the Banana Man».
Sin una educación formal, a los 21 años ya tenía 100,000 dólares. Compró un pequeño barco y se dirigió a Honduras, donde en 1910 compró 5,000 acres de tierra para sembrar banano y fundó la compañía «Cuyamel Fruit Company», con la que obtuvo muchas más concesiones de tierras gracias a su amistad con el Presidente de Honduras, Manuel Bonilla, a quien ayudó a retomar el poder en 1911, luego de traerlo escondido en un barco desde Nueva Orleans, donde vivía.
Zemurray se convirtió en un empresario poderoso y «El Rey del Banano en el Mundo». Sin embargo, en 1930, vendió su compañía a la famosa “United Fruit Company”, su mayor competidora, a la que posteriormente adquirió y dirigió por muchos años hasta su retiro en 1954. Durante todo este tiempo, Zemurray desarrolló miles de hectáreas de banano en la mayoría de países de Centroamérica, un tema histórico muy controvertido.
Con muchos detractores y a la vez con muchos que hasta hoy lo extrañan y alaban, Samuel Zemurray fue también un filántropo con la Universidad de Tulane. Pero su obra más significativa en la educación fue la creación y fundación de la Escuela Agrícola Panamericana «El Zamorano», cerca de Tegucigalpa, capital de Honduras, donde tuvo la asesoría del connotado científico botánico y «Plant Hunter», el Dr. Wilson Popenoe, a quien nombró acertadamente en 1942 el primer Director de la naciente Universidad Agrícola más famosa de América Latina.
Su hija Doris Stone Zemurray fue una eminente antropóloga y arqueóloga de la Cultura Maya de Centroamérica y miembro del Board de Zamorano hasta su fallecimiento en 1994, al igual que su nieta Alison Stone, quien vive actualmente en El Salvador.
Samuel Zemurray falleció a los 84 años y víctima de la enfermedad de Parkinson en 1961 en su bellísima mansión de Nueva Orleans, que luego su familia donó a la Universidad de Tulane, la misma que actualmente es la casa del Presidente de la Universidad.
En el año 2012, el escritor Rich Cohen publicó el libro «The Fish That Ate the Whale: The Life and Times of America’s Banana King».
La mayoría de los casi 9,000 Zamoranos del mundo rendimos homenaje a la memoria de este hombre que tuvo la visión de crear Zamorano, una «Institución al Servicio de las Américas», donde el método de «aprender haciendo» transformó nuestras vidas y seguimos a diario su lema de «Labor Omnia Vincit» (El trabajo todo lo vence).