El montañismo es una práctica que se generó por la curiosidad de saber qué habrá allá arriba, pues tener la oportunidad de escalar entre la majestuosidad de las montañas y sus imponentes alturas representa una verdadera experiencia de vida que se transforma en una pasión única y relajante.
Este pensamiento también lo comparte Rodrigo Salas Vaca, consultor en promoción y desarrollo turístico, quien al habitar cerca de montañas y volcanes ha podido experimentar la sensación de tener el mundo a sus pies.
Según Rodrigo, quien además posee el título de Guía Nacional de Turismo, en las alturas los problemas se vuelven más manejables, ya que no solo es subir y bajar, es disfrutar de una conexión entre el alma y la naturaleza, y en el misticismo de los senderos encontrarte con tu yo interior.
Sin embargo, se debe tener en cuenta qué tipo de montaña es para poder escalar, debido a que, si es una montaña que tiene glaciares, la mejor hora para comenzar el ascenso sería alrededor de las 23:00 para llegar a la cima a las 07:00, pues a esas horas el hielo está más compacto.
Una de las montañas que le fascina es el Taita Imbabura, la cual no es la más alta, pero está entre las más conocidas porque tienes varios puntos de visibilidad y al pie el lago San Pablo, aunque no muchos se atreven a contemplarla desde las alturas.
Para realizar esta hazaña se recomienda contar con acompañamiento técnico, trabajo de condición física, aclimatación de la altura, equipo técnico necesario y preparación mental, pues la mejor cumbre es regresar a casa sano y salvo.
Por ello, Salas se ha dedicado a recabar información valiosa a lo largo de sus años, que sirva de guía para promover las maravillas que se esconden en cada rincón del Ecuador y mostrar cuáles son las herramientas que se utilizan tanto en un equipo básico de escalada y el más completo para alta montaña.
Es impresionante ver la cantidad de recursos que poseemos y apenas conocemos lo mínimo, por ejemplo, nuestro país tiene aproximadamente 84 volcanes que están dentro de un arco volcánico continental y que el Chimborazo, Cotopaxi, Cayambe, Antisana, El Altar, Sangay, Iliniza Sur, Iliniza Norte, Tungurahua, Carihuairazo son consideradas las diez montañas más altas del país, de acuerdo con los datos del Instituto Geofísico del Ecuador y el IRD de Francia.
Esta información se encuentra plasmada y publicada en el libro llamado La gran guía andes, un proyecto que realizó cuando estuvo en el Ministerio de Turismo, en
el cual se encuentra catalogado el inventario de algunos de los recursos y paisajes que poseemos.
Aunque espera tener un mapeo más perfecto del Ecuador, en su segunda edición llamada Andes EC, pues, de las 84 montañas que se conoce, solo 30 de las principales están representadas: 13 en alta montaña y 17 en media montaña, las cuales están ubicadas a lo largo de la franja que se llama la Avenida de los volcanes, nombrada así por Alexander von Humboldt en 1802.
Con estos datos, Salas no solo busca vender recursos sino también experiencias de vida completa y que los turistas regresen por más y algún día poder llegar a ser una potencia turística que genere ingresos y empleos de forma sostenible, pues por algo Ecuador es considerado El País de los Cuatro Mundos.
Para ello, primero se debe tener un enfoque de qué es lo que se quiere vender, contar con una mano de obra, trabajo organizado y crear productos para grupos específicos, sin dejar de lado la gastronomía.