Investigadora y curadora de arte, ganadora de la Beca de Movilidad Humana Internacional Individual del Instituto de Fomento a la Creatividad y la Innovación del Ministerio de Cultura y Patrimonio del Ecuador. Así, emprendió una gira con una selección importante de videoarte experimental que guarda en AANME (Asociación Archivo Nuevos Medios Ecuador), de la cual es directora, incluyendo las obras del artista guayaquileño Eduardo Solá Franco. Incluso, fue invitada a la Semana del Cine Ecuatoriano por la Embajada del Ecuador en Francia. Ella es María Belén Moncayo.
El desarrollo de su labor a nivel internacional demandó una considerable dosis de esfuerzo y una meticulosa planificación. Recuerda con claridad los desafíos que enfrentó, algunos de los cuales surgieron antes de obtener la beca, mientras que otros se presentaron durante las numerosas exhibiciones que llevó a cabo. Como gestora cultural ecuatoriana, destaca una dificultad con la que muchos de sus colegas podrían identificarse: la falta de un respaldo sostenible para AANME. Expone que a lo largo de 22 años, la entidad ha dependido principalmente de financiamiento internacional, careciendo de un respaldo constante.
Sumado a esto, está la tramitación de visas para viajar hacia el continente europeo, procesos que suelen verse oscurecidos por una corrupción naturalizada. Y por otra parte está el límite de financiamiento de las becas para sus proyectos, lo que la obligó a realizar una enorme cantidad de trabajo por sí misma. Esencialmente, es demasiada gestión de una gira de seis países para una persona. “La beca es tácitamente de movilidad humana, lo que cubre es la movilidad, los gastos que son logísticos. No puedes pagar o recibir honorarios de ninguna índole”, aclara.
Su proyecto alrededor del aporte cinematográfico de Eduardo Solá Franco comprendió locaciones de sus filmes, como: Roma, Barcelona, Lloret de Mar, Cataluña, la playa italiana de Sperlonga, entre otras. Esto funcionó como un camino para entender la maravilla detrás de sus significados. No obstante, recuerda que han encontrado 13 de las 50 creaciones del autor. Al momento de tomar en cuenta que la audiencia contemporánea visualizaba películas del siglo anterior, es posible afirmar que la determinación de María Belén fue fructífera. Pues, desde varias universidades y el público en general se vio una concurrencia mediana, a pesar de que, como afirma ella misma: “En general la audiencia para el audiovisual experimental es reducida”.
¡Acompaña a María Belén en sus viajes artísticos, experimentales e investigativos en esta nueva edición de «Conversaciones frente al mar»!