Apasionada instructora de mindfulness y coach ontológico, diariamente ayuda a las personas que la buscan para encontrar paz y armonía en medio del ruidoso mundo moderno al que nos enfrentamos. Se enfoca en el mejoramiento del bienestar de forma consciente; en esencia, encontrar un equilibrio para vivir plenamente. Ella es Claudia Guerra.
Relata que comenzó con su búsqueda de tranquilidad y conexión consigo misma cuando, después de trabajar más de 15 años en una empresa, sintió que su vida se convertía en una constante atención a su vida laboral. Curiosamente, en ese momento se presentó la oportunidad de certificarse como coach. De este modo, comprendía más acerca de los miedos y su origen. Al tomarse pausas, se comprendía a sí misma, se conocía y veía la vida desde una perspectiva más profunda. Enfatiza que la falta de regulación emocional y de equilibrio genera un desgaste: “Ese no desconectarte es el estrés que cargas día a día. Si a eso se le suma lo que normalmente haces en tu casa, termina uno realmente enfermando”.
Espera servir a quien le deba llegar, a quienes necesiten mejorar su salud tan afectada por el ajetreo cotidiano tan mecánico. Recomienda que, para conectarse con su esencia, hay procesos que se deben seguir paso a paso, ya que las respiraciones conscientes, la meditación, el yoga, ejercicios de body scan y el entrenamiento mental requieren tiempo y calma. En un punto, entendemos que somos energía y somos capaces de sanar a través de esta. Lo maravilloso es que también podemos ayudar en los procesos de quienes nos rodean.
Adicionalmente, en el ámbito empresarial, lleva herramientas de aprendizaje en técnicas de respiración para grupos de colaboradores. Ella enfatiza que sus proyectos se encaminan por el lado espiritual e imparte retiros para separarse de la rutina y obtener nuevas energías. Quienes se permiten experimentar se renuevan desde adentro. “Todo surge y desaparece”, nos aclara.
Claudia destaca que tenemos un sentido en nuestra vida, mismo que trasciende la excesiva preocupación constante por estar ocupados y mantener una rutina limitada a corto y largo plazo. Espiritualmente, esto permite asumir una conciencia propia de nuestra vida, comportamientos y emociones. Es fundamental vivir en el presente para entrenar la atención hacia el momento, no en el pasado que lastima o en el futuro que puede asustarnos y frenarnos de intentar transitar hacia nuevas oportunidades.
¡Conéctate con tu ser junto a Claudia en esta nueva edición de «Conversaciones frente al mar»!