Apasionado pianista y gestor cultural guayaquileño con más de 30 años dedicados a la música afroamericana, especialmente al jazz. Su travesía no se limita a los acordes; en un giro inesperado, la ciencia y el arte de las fragancias llegaron a su vida. Inicialmente, fue un pasatiempo que se transformó en una afición fuerte, con un enfoque particular en la perfumería de autor. Él es Francisco Echeverría.
Comenta que las fragancias portan un mensaje implícito y explícito. Desde muy joven sentía curiosidad por aquellas esencias que llegaban a embriagar su olfato; las utilizaba cuando quería, como prefería y sin importar la ocasión. Hasta que entendió que el perfume es algo más profundo y su uso es algo especial.
El mundo de los aromas es capaz de transportarnos a episodios específicos de nuestra vida, lugares, personas y épocas que nos generan sentimientos imborrables. Es incluso parte de la carta de presentación de quienes portan cada perfume. Por supuesto, al final del día, la percepción individual no queda fuera de las decisiones. “El perfume va a reaccionar diferente en tu cuerpo y en el mío. Tenemos piel, pH, sudor diferente y toda una gama de cosas químicas del cuerpo, más las que son propias a la fragancia”, añade. De hecho, manifiesta que la mayoría de estos son intermedios, aunque hay extremos entre aquellos considerados ‘muy varoniles’ o ‘muy femeninos’.
Al adentrarse más en la perfumería de autor, la cual se concentra en la creación artística, explica que esta experimenta con materiales de alta calidad y menos unidades (vendidas a precios más elevados). Él agrega: “Propone cosas diferentes, más arriesgadas. Como una obra de arte o película contemplativa que, a lo mejor, no vaya a tener éxito comercial, pero en cambio es altamente artística. Es más propositiva”.
Por otro lado, Fran puntualiza que ve el arte en muchos aspectos de su vida; hay conexión. No utiliza las fragancias, la música o los deportes para impresionar, sino por su entusiasmo y la energía que le brindan. Como practicante de artes marciales y boxeo, presenta una nueva perspectiva: “Para mí, el boxeo, sin renunciar a esa acción violenta que es inherente al boxeo, yo le veo mucho arte. Una cosa es pelear y otra es boxear”.
¡Súmate a este viaje de esencias y artes con Fran, en esta nueva edición de «Conversaciones frente al mar»!