Durante años, el surf no era una actividad muy conocida en Ecuador; sin embargo, al ser un país con innumerables playas, poco a poco se formaron grupos dedicados a la práctica de este deporte.
Según Felipe Rodríguez, un apasionado del surf y defensor del medio ambiente, la historia del surf comenzó en las playas cerca de las olas de Humboldt, donde un peruano se adentró al mar con una longboard y empezó a surfear.
A partir de este acontecimiento, familias como los Plaza, Posada y Salvador fueron los pioneros en impulsar este deporte, que posteriormente comenzó a extenderse en lugares como Salinas, Montañita, San Mateo, Esmeralda, entre otros.
Sin embargo, su popularidad se consolidó en las décadas de los 80, 90 y 2000, gracias al desarrollo de la tecnología y las comunicaciones. Esto marcó el inicio de una nueva era en el surf, en la que no solo se practicaba por diversión, sino que también se empezó a llevar a cabo de forma más profesional, lo que dio lugar al desarrollo de diversas competencias tanto nacionales como internacionales. Esta actividad fortalece el turismo en lugares como Engabao y Montañita, convirtiéndolos en opciones atractivas para los amantes extranjeros del surf y mejorando así las fuentes económicas de estas localidades.
Felipe Rodríguez participó en varias competiciones, donde se coronó campeón Bolivariano (2001) y Panamericano (2023), y también compitió en mundiales ISA. Después de su exitosa trayectoria en estos eventos y en el ámbito académico (ya que también es Licenciado en Leyes y Master en Tecnologías de la Información), cambió su perspectiva sobre el surf.
En la actualidad, promueve el surf como una herramienta de desarrollo para las comunidades costeras y como una terapia inclusiva para personas con discapacidad. Además, es el representante de la Red Mundial de Ciudades de Surf para Ecuador, una organización que busca expandir los horizontes del surf con el apoyo de las autoridades pertinentes, incluyendo la protección de las playas.
Salinas y Montañita forman parte de esta red, y han sido seleccionadas por una serie de requisitos, especialmente por la calidad de sus olas. Esto subraya aún más la necesidad de que ciudadanos y autoridades trabajen juntos para fortalecer el progreso turístico y social de estas comunidades.
Sin duda, la historia del surf en Ecuador muestra cómo una actividad relativamente desconocida puede florecer y convertirse en un pilar importante para el turismo y el desarrollo comunitario en un país con una gran riqueza costera. Desde sus inicios en las playas cercanas a las olas de Humboldt, el surf ha experimentado un crecimiento notable gracias al esfuerzo de apasionados del deporte como Felipe Rodríguez.
Conoce más acerca de la historia de Felipe Rodríguez en «Conversaciones frente al mar».
