Desde muy pequeña Beatriz Gil Parra demostró sus dotes de artistas y es que al estar rodeada de un ambiente musical por parte de sus padres hizo que se apasionara por este arte que le ha abierto las puertas tanto nacional como internacionalmente.
Por ello que se decidió a viajar a Rusia para estudiar en el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú mediante una beca que le permitía cubrir su estadía en ese lugar, en donde las clases intensivas le permitieron desarrollarse ampliamente como cantante lírica y en dirección coral.
A raíz de esto tuvo la experiencia de presentarse en festivales de diferentes países y participar en varios concursos de los cuales se ha hecho acreedora de algunos premios tales como The 6th Cairo International Song Festival, premio a la mejor voz en el Festival de la Canción Iberoamericana, entre otros.
De igual manera su carrera como artista le ha otorgado la dicha de obtener algunos reconocimientos por su labor cultural con la música, como la Condecoración al mérito cultural Matilde Hidalgo de Procel por la Asamblea Nacional del Ecuador, Personaje del Año por la Asociación de Periodistas, condecoración al mérito cultural de primera clase por el Ministerio de Educación y Cultura, y otro por parte de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, placa en reconocimiento a su labor cultural por la Asociación de Escritoras Contemporáneas del Ecuador, y el diploma de embajadora Cultural por la Asociación de Ecuatorianos Residentes en Los Ángeles, EE. UU.
Ha compartido escenario con Piero, Víctor Heredia, Carlos Mejía Godoy, un compositor nicaragüense al que admira muchísimo, entre otros grandes artistas, al igual que ha cantado junto con la Sinfónica de Cali en la misa de Schuberth y en la gran misa de Mochat, también fue elegida por el célebre maestro, compositor y director colombiano Jaime León para estrenar el ciclo de canciones: Pequeña, Pequeñita.
Como solista posee producciones discográficas dedicadas principalmente a música ecuatoriana, latinoamericana, como Gracias a la vida, Cantamérica, A Ecuador, Boleros, Guayaquileños de corazón, Bohemia, Las Beatrices, Desde el ayer y Tangos, esta última fue grabada en su totalidad en Argentina bajo la dirección del reconocido maestro Luis González.
Sin embargo, recalcó que para llegar a cumplir estos importantes trabajos ha tenido que esforzarse al máximo, pues la vida de un artista suele ser difícil y agotadora, sobre todo porque no existe el apoyo necesario hacia la música, en especial en Ecuador, donde aún hace falta impulsar y apoyar a los nuevos artistas que desean compartir sus composiciones con el mundo.
Pues a través de la música pueden ampliar sus horizontes y vivir muchas experiencias que ayudan al desarrollo de habilidades personales independientemente de las aspiraciones que tengan, por ello que en las escuelas se debería dedicar un tiempo al arte para que se nutran de los beneficios que se generan a base de la educación musical.
Por otra parte, Beatriz ejerce como catedrática del Conservatorio de Música María Callas, en donde imparte clases de canto clásico y folclor latinoamericano, en especial nacional, a los jóvenes cantantes, pues tiene un amor especial por la música coral y destaca que lo que más le encanta de ello es trabajar con niños porque le renueva el espíritu al ver el empeño que le ponen a las clases.
Beatriz Gil Parra es un ejemplo inspirador de cómo la música puede cambiar vidas, abrir puertas y enriquecer a la comunidad. Su dedicación y compromiso con el arte y la educación musical son un testimonio de la importancia de seguir persiguiendo nuestras pasiones y de compartir el conocimiento para inspirar a las generaciones futuras.
Conoce más acerca de la trayectoria de Beatriz Gil Parra en «Conversaciones frente al mar».